Gestión de cuentas por cobrar: Hacer seguimiento al vencimiento de facturas, mantener actualizados los saldos de clientes y programar recordatorios. Contacto con clientes: Realizar llamadas, enviar correos o coordinar reuniones para negociar y asegurar pagos. Evaluación crediticia: Analizar la solvencia y capacidad de pago de clientes (personas o empresas) revisando estados financieros, historial crediticio, referencias bancarias y comerciales. Otorgamiento de líneas de crédito: Recomendar montos y plazos de crédito adecuados según el perfil de riesgo del cliente. Políticas de crédito: Aplicar y supervisar el cumplimiento de las políticas internas de crédito, buscando equilibrar riesgo y ventas. Monitoreo de cartera: Revisar periódicamente el comportamiento de pago de